Sí amigos míos, sí. Ya es la segunda temporada de una de las series de fantasía de moda y ahora, por fin, empiezan a coger sentido los extraños saltos temporales de la primera temporada. Sin venir a cuento, así como un sopapo en toda la cara, Geralt y el bardo son mega-compis, están en la Corte de una reina muerta y yo que sé que más. En fin, ahora ya sí, ya se pilla.

En esta segunda temporada a cargo del showrunner Laurel S. Hissrich mantienen a los personajes de la primera, sin más cambios que, al igual que en Harry Potter, podemos ver a una Ciri más madura. Y es que Freya Allan, la Ciri de la serie, tenía 17 añitos durante la primera temporada que, comparados con sus 20 de ahora, pues eso.

Nuestro buen amigo Supermarghh… Geralt de Rivia sigue vistiendo camisas pequeñas y no cabiendo por las puertas, que el que se curra los escenarios parece que le tenga manía, joé. Pero su papel de brujo empieza a estar jodidamente comprometido con tanta «emoción no sentida» que tiene. O sea, se supone que los brujos son unos máquinas de matar bichejos porque no tienen emociones y se la sopla si los munstruitos tienen churrumbeles o lo que sea, ¿no? De ahí sacan su fuerza y los güevos para cobrar hasta a las ratas por deshacerse de los monstruos del bosque de al lado. Bien, pues está «fodido» nuestro brujo de turno. Entre los sentimientos paternales hacia Ciri y que se nos ha enchochao de la Yenerfer, el tío parece un tiovivo en plena pubertad adolescéntica. Un desastre vamos.

Por otro lado, la Yenefer nos sigue sacando papeles caóticos como buenos. El amor para una chica que hace unos capítulos era una jorobada cazo, y no había recibido más abrazo que el de los cerdos que comían mejor que ella en la granja de su masca, no significa ni tanto. Ahora resulta que va sobrada y si te he visto no me acuerdo… Pobre corazón roto de SuperGeralt. Después de todo, viendo el entrenamiento a bruja de Ciri, tampoco es de extrañar. Aquel carrusel de pruebas parecía la estructura del parque de debajo de mi casa. Fin y Jake, otra de las series de fantasía, lo hicieron mejor en su capítulo de Hora de Empresarios. Entrenando así, lo siento mucho pero los brujos son unos mierdas. Si Leónidas levantase la cabeza… ¡Pardiez!
Pero bueno, no nos vamos a poner quisquillosos con una serie que ronda los 10 millones de dólares del Gran Imperio por capítulo… 10 millones para montar un columpio pues ni tan mal. En fin. Las miradas de autosuficiencia y superioridad de SuperGeralt valen cada puto centavo de esos 10 millones. Joder.

Aún no he terminado de verla y promete bastante. La niña con poderes que parece el Dragón Renacido de la anterior entrada, el mazas de turno, las magas salidas, y la guerra civil, son componentes indispensables para asegurar unas cuantas temporadas de fantasía brujeril. Ahora, también os digo: que cabrones Netflix con algunas series de fantasía. El autor Andrzej Sapkowski tiene ya 73 años. Lo cual está genial porque quiere decir que vive. Pero no deja de apoyar mi idea, también planteada en la anterior entrada, de que se llevan las obras de los autores al triunfo cuando ya ni se les levanta. Eso es mala leche. Tolkien, muerto.
Robert Jordan, siguió el mismo camino antes de que se plasmase su saga en televisión. George R.R. Martin, (Juego de Trono), 73 años. Y el susodicho también. ¿Lo hacen a posta? Yo quiero escribir algo de fantasía, pero si va ser visto, que sea cuando me pueda patear la pasta ganada, coño.
En todo caso, me encanta la fantasía. Es cierto que Netflix apuesta por fantasía oscura con ésta serie y apenas lo consigue. Pero también he de decir que si has tenido la paciencia de tragarte la primera temporada, ésta es la tuya. Aquí se pone un poco todo en orden. Han pasado la mopa. Y las cosas empiezan a coger su cauce. Cagadillas tipo aquellos que lo saben todo sin más, rollo: «¿A que te he sorprendido con mis conocimientos?» para luego cargarse el misterio viendo como lo que hacen es buscar y rebuscar entre pergaminos cosas que ni tan sólo han sucedido. Pues bueno.
¿Quién no se ha cogido alguna licencia alguna vez en las series de fantasía? Un Lannister al que le cortan la mano y lucha aún mejor con la otra, un inseparable e incansable Sam que cualquier otro hubiera mandado a la mierda por lo improbable de su actitud y cosas por el estilo que metemos con calzador para que la historia cuadre.
A mi me ha gustado, a pesar del tono socarrón de la entrada. O le meto humor o me cago en tó. Me dosifico la serie a cuenta gotas porque, no queda mucho, pero se viene la serie del Señor de los Anillos y la segunda temporada de La Rueda del Tiempo está por ahí en algún lado. Así que si quieres saber más de lo que hasta ahora ha sucedido, pues me lo haces saber. La fantasía, la literatura fantástica y sus grandes autores, que aunque fueren nefastos, han luchado por sacar sus historias adelante, nos transportan a mundos que sólo la imaginación puede alcanzar. Así que metámosle un poco de caña.
Aquí te dejo el enlace para el primero de los libros de la saga: Último deseo – Saga de Geralt de Rivia publicado por Alamut. Y si quieres la saga en original: Saga Geralt de Rivia Estuche. Juego de PC The Witcher III ( que es el que más mola) y para The Witcher III PS4 (que es más cómodo de jugar). Ahi lo tienes, para que lo aburras hasta que llegue la tercera temporada o mi próxima entrada… lo que llegue antes.
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