Con este gran autor de novelas y relatos de terror preternatural y cósmico queda inaugurada la sección «Autores Fantásticos». Una sección completamente dedicada a conocer a los autores de esas novelas que tanto nos ponen. Porque sí, detrás de lo que lees hay un payo. Y esta es una de las maneras que tenemos de inmortalizarlos. Por supuesto, lee sus novelas… ni se te ocurra leer sobre August Derleth y no coger ya mismo «La llamada de Cthulhu»…
Bueno, de vez en cuando, mola escribir alguna cosa. Y más aún cuando quieres hablar de uno de los grandes: August Derleth. Si has llegado hasta este artículo por que me sigues, pues fenomenal, comparte. Pero si has llegado hasta este artículo por otros medios es que ya sabes quien es y de lo que ha hecho, su obra. Y no me refiero solo a lo que ha escrito, a su estilo sin igual, ni a su aportación a los Mitos de Cthulhu. Me refiero a todo el resto de cosas que hizo por nuestro buen amigo H.P. (si eres un neófito a lo mejor creerás que son las iniciales de Hewlett Packard… pues no. Busca un poco).
Vamos a darnos una vuelta por la vida de uno de los más grandes escritores de literatura de terror cósmico, el padre del Círculo de Lovecraft, el heredero de Cthulhu, el fundador de Arkham House, August Derleth.
Un poco de biografía: August Derleth
August William Derleth, sí, esa manía de los americanos de poner un segundo nombre, que todos intentan esconder a toda costa y que solo sirve para que tu padre te demuestre lo enfadado que está contigo por haberla liado cuando te llama por ese segundo nombre. Nació en Sauk City, en el estado de Wisconsin, el 24 de febrero de 1909 y murió de un ataque de corazón en 1971, el 4 de julio. Su padre, William Julius Derleth, y su madre, Rose Louise Volk, se encargaron de que el tiempo que vivió fuera agradable.
Bueno, hay cosas interesantes del joven August Derleth. Principalmente que escribió su primera obra de ficción a los 13 años, que mantuvo correspondencia con Lovecraft desde la adolescencia, que visitaba muy, pero que muy a menudo, la biblioteca, que escribió otros géneros no relacionados con el terror o que amaba su Wisconsin natal. De hecho, acabaría siendo reconocido como naturalista por su trabajo en describir esa Wisconsin.
Su primer relato lo vendió después de que le rechazasen unos cuantos, pero parece lo típico en un escritor, ¿verdad? Hasta que no pules el estilo, y aún unos años después no suele sonar la campana. Esa venta lo situaría en el panorama de escritores que rellenaban las páginas de la revista de relatos fantásticos y de terror Weird Tales, revista dedicada a la fantasía, la ciencia ficción y el terror y en donde su buen amigo Howard Phillips Lovecraft también publicaba.
Ganó una beca Guggenheim por su obra Sac Prairie Saga, dinero que gastó en encuadernar las tiras cómicas que tanto le gustaba coleccionar. He leído que su colección de comics se vendió no hace demasiado por 1 millón de dólares americanos. Poca broma con la colección. De hecho, parece ser que su biblioteca, en el momento de su muerte, contaba con más de 12.000 volúmenes. Bien podría haberse llamado August Diógenes Derleth…

Tuvo dos hijos, April Rose y Walden William, a los que ayudaban a educar sus padres, que vivían con él en una casa de piedra construida por su propio padre, carpintero de profesión, la cual situó en una preciosa parcela boscosa de diez acres que compró en su Wisconsin, en la ciudad de Sauk.
(Una casa) Lo suficientemente grande como para albergar mi colección de cómics. , mi biblioteca personal (12.000 libros), mi colección de discos y mis existencias aún más grandes de Arkham House, una casa de la que salía para dar conferencias principalmente en Wisconsin de vez en cuando».
August Derleth, El Libro de los Autores Católicos , Walter Romig, Sexta Serie, 1960.
Su obra literaria y naturalista
August Derleth hizo muchas cosas. Puede ser que debido a la fama de Lovecraft se le conozca como autor de relatos de terror preternatural y cósmico, pero el bueno de Derleth hizo bastantes más cosas. De hecho, según él mismo, su obra más importante fue Sac Prairie Saga, que constaba de una serie de poesías, trabajos naturalistas y ficción histórica para exaltar la Wisconsin que conoció en su juventud y de la que estaba profundamente enamorado. De hecho, muchos autores lo consideran como un escritor naturalista por ese trabajo.
Escribió historia ocasional (The Wisconsin, The Milwaukee Road); diarios (Village Year, Village Daybook); novelas históricas de Sac Prairie Saga (Wind Over Wisconsin, Restless Is the River, Shadow of Night, que fue calificado como uno de los mejores libros católicos de 1943 por el Comité de Literatura del Cardenal Hayes); una secundaria Wisconsin Saga (Bright Journey , La casa sobre el montículo, La guardia de las colinas)…

También escribió historias cortas de Sac Prairie Saga (County Growth, Sac Prairie People, Wisconsin in Their Bones); biografía (Still Small Voice, HPL: A Memoir); poesía (quince volúmenes, para Selected Poems, entre los cuales Edgar Lee Masters escribió una de sus raras introducciones); novelas modernas (Sweet Genevieve, Evening in Spring, The Shield of the Valiant); juveniles (The Moon Tenders, The Mill Creek Irregulars, The Pinkertons Ride Again, Country of the Hawk, The Cautive Island); tres Vision Books, (Father Marquette and the Great Rivers, St. ignatius and the Company of Jesus , Colón y el Nuevo Mundo, con la Bendición Apostólica del Papa Juan XXIII); ficción sobrenatural (El acechador en el umbral, Alguien en la oscuridad, La máscara de Cthulhu, hablamos de ellos más adelante); pastiches («In Re: Sherlock Holmes«, Las memorias de Solar Pons, El regreso de Solar Pons) y novelas de misterio (No Future for Luana, Mischief in the Lane, etc.).
¿Qué decía de sí mismo como escritor?
Aunque August Derleth fue conmemorado y aclamado por el catolicismo como un autor católico, él en realidad no creía que fuese de ese modo. Esto es lo que dijo sobre esa idea que se había formado desde el Sac Prairie Saga, sobre él como escritor:
Nunca me he considerado un autor católico, sino sólo un escritor católico y, aparte de una novela en curso (La cerradura y la llave) y juveniles, he hecho pocos intentos de escritura católica. Las principales influencias de mis años de formación fueron Thoreau, Emerson, HP Lovecraft, HL Mencken, en ese orden; Las influencias católicas de las que soy consciente son solo dos, San Agustín y Jacques Maritain, aunque no debo descartar mi admiración por Hilaire Belloc , GK Chesterton , François Mauriac y Monseñor Ronald Knox, entre destacados autores católicos. Mis influencias literarias, además de Thoreau, fueron Thomas Hardy, Edgar Lee Masters y Robert Frost y, en obras escritas exclusivamente para el entretenimiento, HP Lovecraft y Sir Arthur Conan Doyle.
August W. Derleth, El Libro de los Autores Católicos , Walter Romig, Sexta Serie, 1960.
Otra de las cosas importantes que dijo sobre su capacidad para producir tantas obras fue esta joya motivacional para cualquier escritor:
Mi prolificidad es una cuestión de necesidad económica, y no tengo ninguna duda de que la calidad de mi obra se ha resentido en alguna medida por su necesaria cantidad. La variedad de mi escritura en sí misma evita que me canse del proceso creativo.
Si algo había hecho falta para apuntalar mi determinación de convertirme en escritor después de descartar inclinaciones hacia el derecho y la composición musical, la publicación de ese primer cuento en 1926 sirvió.
[…] podría haber fracasado si no hubiera sido por el aliento de mi abuela materna, la Sra. Elizabeth Yolk, y la paciencia y la tolerancia de mis padres, quienes me permitieron vivir en casa durante casi una década después de dejar mi puesto en Minneapolis.
August W. Derleth, El Libro de los Autores Católicos , Walter Romig, Sexta Serie, 1960.
Lovecraft y Derleth
La relación de estos dos grandes escritores empezó durante la adolescencia de Derleth, en el que leía los relatos de Lovecraft, publicados en la revista Weird Tales. Derleth dijo que una de sus influencias literarias, especialmente en lo que a ficción y horror cósmico se refiere, fue Lovecraft. De hecho, mantuvieron correspondencia tan a menudo que Derleth sintió que debía continuar de manera póstuma con la obra del maestro y creador del terror cósmico, H.P. Lovecraft. En El suicidio en el estudio, Robert Bloch creó a un personaje, el conde d’Erlette, un ocultista adinerado y creador del ominoso libro Cultes des Goules. Lovecraft apodaría a August Derleth con ese nombre.
Fue así, que cuando Lovecraft murió en 1937, Derleth, junto con Donald Wandrei, recopilaron todo lo que Lovecraft escribió y no llegó a publicar y lo llevaron a diferentes editoriales. No mostraron interés en ello. Con las negativas de las editoriales como bandera, Derleth y Wandrei fundaron Arkham House en 1939, dos años después de la muerte de Lovecraft. Tal era el afecto que sentían el uno por el otro.

Arkham House, la casa maldita de Massachussets
Pues así, en 1939, dos años después de la muerte del maestro de la literatura de terror preternatural, nace Arkham House. La editorial, con la intención de publicar de manera póstuma toda la obra de Lovecraft, se abre camino rápidamente en el panorama editorial. Ese mismo año Arkham House se estrenó publicando un recopilatorio de relatos de Lovecraft titulado El extraño y otros relatos. Se trataba de una gran colección de relatos de Lovecraft.
Más tarde, en 1941, publicaron un recopilatorio de relatos del mismo August Derleth llamado Alguien en la oscuridad.
Más adelante, August Derleth recogió correspondencia que tenía con fragmentos de relatos, con ideas del mismo Lovecraft, ensayos, notas y demás y los recopiló acabándolos, bajo el nombre de H.P. Lovecraft y August Derleth. Esto hizo que muchos de los seguidores de Lovecraft acusasen a Derleth de intentar ganar fama a través de los escritos de Lovecraft. Patético.
De hecho, no se entiende cómo se pudo llegar a esa conclusión, cuando Derleth mantuvo vivo el universo de Lovecraft creando conceptos como Los Mitos de Cthulhu, el Círculo de Lovecraft o a los dioses Arquetípicos. Pero esto no va a favor de la literatura de Derleth. En los Mitos de Derleth, aparece la arquetípica lucha del bien contra el mal, cuando clasifica a los dioses como «buenos» y «malos» y en como se contraponen los unos a los otros. Lovecraft consiguió separar la moralidad de sus creaciones, cargando de más terror aún a las criaturas extraterrestres, al no tener un concepto definido del bien y del mal. Derleth se deja arrastrar por su educación cristiana, añadiendo la lucha de la luz contra la oscuridad en sus relatos.
Lovecraft era ateo y ello le permitía desproveer a sus creaciones de conceptos tales como el bien y el mal. Algo que Derleth no consiguió separara y que, de hecho, introdujo en los cuentos. Además de introducir el maniqueísmo, la religión universalista que pretendía ser la única. Muchos de los estudiosos de Lovecraft difieren de la idea de Derleth de recopilar los relatos y novelas que giran alrededor del universo de Lovecraft como Los Mitos de Cthulhu. Lovecraft prefería usar el término Yog-Sothotería, en honor a uno de los Primigenios.
Derleth y Los Mitos de Cthulhu
Derleth hizo más que nadie para expandir la obra de Lovecraft y llevarla a otros niveles. Lovecraft, en su libro El horror en la literatura, ya nos explica que la importancia del relato de terror está en conseguir una atmosfera adecuada. Nadie puede discutir la diferencia de estilo entre uno y otro. Pero tampoco se puede discutir que Derleth llevó de la mano al universo lovecraftiano a cotas que difícilmente hubiera conocido de otro modo. Además de hacer continuos guiños al trabajo del maestro del terror.
Derleth hizo estas contribuciones al universo de Lovecraft:
- El concepto Los Mitos de Cthulhu
- Los dioses Arquetípicos
- El concepto del Círculo de Lovecraft
- Nodens, Señor del Gran Abismo
- Los Mitos de Derleth (termino acuñado por estudiosos de Lovecraft pero que no deja de indicar el enorme trabajo de Derleth)
- Concepto de moralidad, bien y mal en el universo lovecraftiano
- El nefando libro Cultes des goules
- El otro libro prohibido Fragmentos de Celaeno
- El dios Ithaqua, también conocido como el Wendigo
- El dios Cthugha, el fuego primordial
- El Cubil del Engendro Estelar (1932) [Con Mark Schorer]
- La Cosa que Caminaba en el Viento (1933)
- El Retorno de Hastur (1939)
- Ithaqua (Relato) (1941)
- Más Allá del Umbral (1941)
- La Casa de Curwen Street (1944)
- El Vigilante del Curso (1945)
- Los Remolinos en la Colina (1948)
- Algo en el Bosque (1948)
- El Testamento de Claiborne Boyd (1949)
- El Guardián de la Llave (1951)
- La Isla Negra (1952)
- La Casa en el Valle (1953)
- Una Nota sobre los Mitos de Cthulhu (1955)
- El Sello de R’lyeh (1957)
- Arcilla de Innsmouth (1971)
El Círculo de Lovecraft
Y cómo no… el maravilloso Círculo de Lovecraft. ¿Qué es esto? ¿De dónde sale? Pues es maravilloso saberlo porque en realidad nace de la amistad epistolar casi en todos los casos, de diferentes escritores del género de terror. Lovecraft mantenía mucha correspondencia con otros escritores con los que compartía ideas, personajes, se preguntaban sobre tramas y demás. Estos autores forjaron una amistad con la palabra escrita, tanto en las cartas que se escribían como en los relatos que publicaban y que solo hacían que engrandecer el universo de Lovecraft, pionero del terror cósmico que atrapó a tantos.

Escribir los relatos, compartir personajes y protagonistas, coger prestadas licencias de sus novelas y demás, hizo que se crease una profunda relación entre los escritores que formaban el círculo de Lovecraft. Lo que hizo que se llamase así fue precisamente que el tono, el argumento y el género giraba en torno al horror cósmico y materialista que forjó Lovecraft y que los demás acuñaron y expandieron, pero siempre desde la idea original lovecraftiana.
Los pertenecientes a este grupo fueron escritores consagrados en sus respectivos géneros pero, al igual que Derleth, hicieron verdaderas obras maestras en otros géneros y los en seguida los reconoceréis. Además, cada uno de ellos tenía un mote, un sobrenombre que se usaba en las novelas y relatos y que, si habéis leído, reconoceréis de inmediato.
- August Derleth, también conocido como el conde d’Erlette. Francoise-Honoré Balfour, mencionado por vez primera en el relato El suicidio en el estudio, de Robert Bloch. Un galicismo de su propio nombre.
- Clark Ashton Smith, también conocido, dentro del Círculo de Lovecraft, como Klarkash-Ton. Aquí se trata de un anagrama con pronunciación gutural del mismo nombre.
- Donald Wandrei, conocido dentro del místico Círculo como Melmoth, del mítico héroe irlandés creado por Charles Maturin en su libro sin parangón, Melmoth el errabundo.
- Frank Belknap Long, apodado Belknapius, en un intento de helenización de su apellido. Maravilloso autor.
- Howard Phillips Lovecraft, como no. Lovecraft tenía diferentes apodos, ya que todos apoyaban su trabajo. Era conocido dentro del Círculo de Lovecraft (creado a modo póstumo del autor) como Echi-Pi-El, (que no dejan de ser sus iniciales escritas fonéticamente en inglés); Abdul Alhazred, autor del libro más horrendo creado jamás, el Necronomicón; y Luveh-Kerapf, (anagrama gutural de Lovecraft).
- Robert Bloch, el más joven de todos y protegido de Lovecraft, era conocido con el apodo de Bho-Blok, anagrama gutural del diminutivo del nombre, Bob, y del apellido. También salió en un libro de Lovecraft, El morador de las tinieblas, como Robert Blake.
- Robert E. Howard, prolífico autor que nos dejó joyas de la fantasía épica y de la fantasía oscura como Red Sonja, Solomon Kane o Conan. Era conocido dentro del Círculo de Lovecraft como Bob Dos Pistolas, en honor a su amor por el oeste y su gusto por el western.
- Virgil Finlay, conocido como Monstro Ligriv, un anagrama de su propio nombre. Quizás sea el menos conocido del Círculo del Maestro, pero su obra no tiene desperdicio.
Conclusión de los horrores
Después de que el Maestro de lo Inenarrable muriera, el Círculo de Lovecraft continuó aportando relatos y demás al universo lovecraftiano, pero el que más hizo, el que más puso de su parte, el que más escribió, fue August W. Derleth. Los demás crearon y crearon, pero dejaron casi el género de terror para dedicarse a sus géneros, fantasía, ciencia ficción, misterio, etc.
Derleth se dejo la piel para que la memoria de Lovecraft fuera recordada y fue el que más aportó a ese universo de extraterrestres amorales, llegando incluso a recibir términos como Derleth Mythos. Su aportación al mundo de la literatura es inestimable, su trabajo, increíblemente prolífico, su amistad sin mácula, y su persona maravillosa. Por eso, por todos estos motivos, Augsut W. Derleth, es uno de los grandes del género.
Si te ha molado, si tienes dudas, si tienes preguntas o lo que te de la gana, deja tu comentario y ya me encargaré de enviarte a ver a Cthulhu allí abajo, en la hundida isla de R’lyeh. Apa ciau!
