El terror cósmico ha formado parte de la literatura desde siempre. Incluso antes de que existiese la comunicación escrita. De boca a boca, los relatos de seres de las estrellas, de mundos desconocidos y de misterios inenarrables ha acompañado a la humanidad desde su más oscura infancia. Ahora, con las comodidades de una sociedad extremadamente consumista y ociosa, este tipo de terror cobra más sentido al apartarnos de esa «seguridad».

El maestro del terror cósmico, H.P. Lovecraft, dijo una vez, de forma muy acertada:
«La emoción más antigua y más intensa de la humanidad es el miedo, y el más antiguo y más intenso de los miedos es el miedo a lo desconocido».
Howard Phillips Lovecraft
¿Qué es el terror cósmico?
El terror cósmico es un subgénero de la literatura de terror en el que la incidencia del universo, de elementos ajenos al planeta en donde transcurre la acción, es fehaciente. ¿Y esto qué significa? El relato que quiere sentarse sobre las bases del terror cósmico ha de incluir de algún modo alguna mención a algo que sea externo al planeta en donde se plantea el cuento.
De este modo, si unas brujas están haciendo un aquelarre en un bosque profundo, desnudas, a la luz de la luna llena y durante el ritual podemos ver una forma, una sombra gigantesca que se mueve en la parte clara de esa luna, cuál monstruo despertado, podríamos estar hablando de terror cósmico. Este tipo de terror suele ser más intenso que el resto porque el ser humano conoce muy poco del universo que le rodea e, inconscientemente, es capaz de creer que, lo que se explica en el cuento, tiene una mínima posibilidad de ser cierto. Por eso acojona más.
Tener un asesino en la puerta de casa, si tu casa está blindada y tienes dóberman o incluso vigilantes, puede dar miedo, pero no tanto. Fijo que yo dormiría tranquilo. Pero, ¿puedes decir lo mismo si en un mercadillo de viejo encuentras un libro tan desgastado que no tiene ni fecha de publicación, entre un montón de trastos viejos, escrito a mano, con una tinta de color marrón y que, al estudiarlo detenidamente encuentras un sortilegio de invocación de criaturas de otro plano de existencia? Aunque no te lo creyeses, te vas a dormir con el culito encogido.
Y eso es porque esas criaturas, capaces de atravesar universos, planos, ¿crees que no van a poder atravesar una puerta blindada? Tu interior te dice que sí pueden, que no estás segur@ y que te van a dar tras tras por detrás.

El Horror Lovecraftiano
¿Porqué el terror cósmico se relaciona con el horror lovecraftiano o terror lovecraftiano? Es una sencilla pregunta. Lovecraft, autor de diversos relatos cortos de terror cósmico, fue el primero en usar este término para hablar del tipo de terror que él escribía y que tan rápidamente ganó adeptos. Uno de esos y de los más importantes fue August Derleth, sin duda alguna el segundo autor más prolífico de este tipo de literatura. Aquí te dejo una entrada sobre August Derlet y un repaso a su vida.
Entre noviembre de 1925 y mayo de 1927, Lovecraft escribió un ensayo llamado «El horror sobrenatural en la literatura» en el que hace un repaso de el terror cósmico a lo largo de la historia. Resulta emocionante ver como mucho antes que Lovecraft, que Derleth u otros, el terror cósmico, el horror lovecraftiano, ya había calado en la sociedad de un modo tan directo como en obras tan impresionantes como El Gran Dios Pan o muchos de los cuentos de Edgar Poe.
Durante todo el gótico, los libros y las menciones a dioses (seres de otros mundos) y de terrores más allá de la compresión humana, están tan presentes que Lovecraft no se equivocaba cuando decía que era el terror más antiguo del mundo.
La base de trabajo de H.P. Lovecraft fue el cosmicismo, una filosofía creada por el mismo autor, que sostiene que la vida humana en el planeta tierra es insignificante comparada con la inmensidad e infinitud del universo. Algo que, si lo paras a mirar con detenimiento, tiene bastante sentido.
La infancia de Lovecraft no fue fácil y su refugio, los libros y las estrellas de Providence. Más en un próximo artículo dedicado a su vida.

El horror o terror cósmico se basa en la idea de que existen secretos, leyes, entes y seres a los que el ser humano no está predestinado su conocimiento. Es cuando se da la situación de ese conocimiento con los humanos que peligra la cordura de este. Es común encontrar protagonistas o personajes de las novelas de Lovecraft o del Círculo de Lovecraft (conoce más sobre él aquí), que han perdido la chaveta. Se han vuelto locos por poseer un conocimiento prohibido para su limitada mente humana. La atmósfera de terror creada durante el proceso de demencia del personaje es exquisita.
Temática tratada en el terror cósmico
Existen una serie de patrones que se repiten en las novelas de terror cósmico. Estos patrones responden e intentan englobar aquello tan insondable como para hacer enloquecer a un hombre con su sola mención. Estos temas son:
- No tiende a basarse en protagonistas carismáticos ni héroes que el lector quiera ver triunfar. El terror cósmico está lejos del camino del héroe tan narrado en la literatura. En realidad una de las cualidades más destacables es precisamente la misantropía: la versión al trato con otras personas. De hecho, Lovecraft tenía difícil el trato con otros a no ser que fuese por carta.
- Para poder separarse del terror común de vísceras, sangre y huesos rotos, el terror cósmico tiende a buscar y experimentar con nuevas texturas que se describen como desagradables, como gelatinas, tentáculos u otras sustancias incluso desconocidas en el mundo del relato. Siempre se describen como algo altamente desagradable y eso ayuda a seguir dando una atmósfera de «algo desconocido» a todo el relato. Recordemos la cita del principio…
- Criaturas imposibles, deformes e incomprensibles, tanto físicamente como fisiológicamente. Este tipo de seres pueden perfectamente hacer enloquecer a un hombre con sólo verlas, con sólo sentir su presencia, con sólo soñarlas.
- Los protagonistas tienen un carácter más bien solitario y con especial inquietud por la investigación de diversos campos. Suele ser el descubrimiento de algo en alguno de esos campos que desencadena la persecución de aquello que no debe ser conocido por el hombre. Cuando el protagonista está tan metido en la búsqueda y no puede pararla, porque no puede creer que lo que vislumbra, que lo que imagina que hay al final de esa cuerda, pueda ser real.
- Cuando el investigador, en aras de responder a su pregunta acuciante de que lo que imagina no es posible. No puede ser que sea lo que parece y que la humanidad siga viva. Esa necesidad de descartar ese miedo irracional a lo que se promete con la búsqueda de su investigación, hace al protagonista incapaz de dejar las pesquisas. Cuando llega al final del trayecto es tarde. Se da cuenta de que todas sus peores sospechas y sus peores temores son ciertos y de que la humanidad está condenada. El conocimiento de esos secretos vetados al hombre hace que, por lo general, el protagonista pierda la cordura. Se vuelven locos y, por supuesto, nadie les hace caso.
- Es común también encontrar con que el protagonista tiene alguna estrechez familiar con alguien que, de algún modo, ya lidiaba con ese secreto y nefando conocimiento. Es común que el secreto haya corrido por la familia, que suelen tener brujas, ocultistas, locos o rarezas en la estirpe.
Buah. Flipa. En 1997 hice el Trabajo de Investigación sobre la vida y obra de Lovecraft y los tutores que me corrigieron, (un abrazo desde aquí Xavier Trullols y Dolors Subirana), me dijeron que en el trabajo no sabían distinguir la realidad de la ficción… lo hice bastante bien, ¿no crees?
Y hasta aquí la entrada de hoy. Si te ha molado, porfa, deja tu comentario y le damos chicha. En otra entrada, en la sección de Maestros de la Literatura Fantástica, conocerás más a fondo a H.P. Lovecraft… Dame un poquito de tiempo.